viernes, 26 de octubre de 2007

Un kilo de tomates o las elecciones argentinas

Este domingo se celebra la primera ronda de las elecciones para la Presidencia de la Nación Argentina. Seguramente muchos de vosotros lo hayáis leído o escuchado en las noticias. La verdad es que antes de venir pensamos que vivir las elecciones en Argentina nada más llegar nos iba a ser muy interesante para conocer el país. Pensábamos además que el país todavía se sentía en la crisis post-corralito y que las elecciones estarían animadas.

Nada más lejos de la realidad. Por lo que se lee en los periódicos y por lo que cuentan nuestros amigos argentinos, estas elecciones están siendo de las más apáticas y aburridas de la historia argentina. Según los sondeos, con casi 25 puntos de ventajas de Cristina Kirchnner sobre la segunda candidata Elisa Carrió, parece que no habrá siquiera una segunda vuelta en las elecciones. De hecho la estrategia de la favorita ha consistido en no aparecer en la prensa hasta estos últimos días. No ha habido debates y apenas hay publicidad política en la televisión. Me parece que la próxima campaña electoral en España será bastante más animada. Nada de banderitas, ni coches electorales... apenas nada.

Al inicio lo que más le llamó la atención a Natalia de las elecciones es que las dos principales candidatas eran mujeres. La verdad es que no tengo mucho que decir al respecto. Los que estamos acostumbrados a tener mujeres más brillantes que nosotros a nuestro alrededor no nos sorprende tanto.

A mí lo que más me ha sorprendido de las elecciones es que el tema más discutido ha sido ¿cuánto cuesta un kilo de tomates? El kilo de tomates subió escandalosamente en las últimas semanas llegando incluso a más de 20 pesos argentinos el kilo (unos 5 euros), que podrían representar alrededor de un 3% del salario mínimo argentino (800 pesos). Es decir como si en España el tomate costase 18,75 euros por kilo. Son cálculos aproximados, pero espero que sirva para tener una idea de su coste.

Nunca imaginé que el precio del kilo de los tomates pudiese ser el tema central en una campaña electoral. Y más en un país con una industria agropecuaria tan importante. Que éste se el tema central de la campaña refleja es la creciente preocupación de los argentinos por la inflación. Y es una realidad. Aquella ciudad en la que nos decían que todo era baratísimo ya no lo es tanto. Nosotros hemos visto, por ejemplo, como el precio de alquilar nuestro piso subía 100 dólares de una semana a la otra (360 pesos, casi el 50% del salario mínimo, solo de incremento). Tomarse un café cuesta lo mismo en Buenos Aires que en Madrid. Lo que más me sorprende es que la apatía electoral se justifica porque la gente entiende que Argentina tiene una situación económica relativamente estable y que la economía está bien. Y en parte es verdad. Entre otros factores con tasas de desempleo inferiores a la española. Pero esto no cuadra mucho con una sociedad en la que un gran número de personas no se puede permitir añadirle tomate a sus ensaladas o que tienen como trabajo coger de la basura todo aquello que sea reciclabe (algún día os hablaremos de los cartoneros). El equipo de gobierno habla de la estacionalidad del tomate como justificación. Sea lo que sea es, al menos, preocupante.

Un aspecto positivo para nosotros de las elecciones: nos vamos de excursión. Nuestra primera incursión en la Patagonia. Dado que los argentinos están obligados a votar por ley ("cortar boleta", creo que se dice aquí), conseguimos una habitación en un hotel de Puerto Madryn. Desde allí iremos a Península Valdés y a Punta Tombo. A ver las famosas ballenas de la Patagonia y los pingüinos magallánicos. Os contaremos. Ya sabemos que incluso si hace calor no podremos tomarnos un gazpacho. Lo dejáremos para España.

jueves, 25 de octubre de 2007

in italiano...

non vi preoccupate qualcosa scrivero' anche io, perché non voglio che il nostro blog sia monopolizzato da chi ha tempo per riflettere e non deve andare a lavurà.....

suerte!

n.

AR1135 despega (bueno ya aterrizó...)

Probablemente sea un poco tarde para empezar un blog de una aventura que empezó ya hace un par de semanas. Pero como decimos en España, nunca es tarde si la dicha es buena. Podría intentarlo traducirlo al italiano, pero no podría. Scusi a tutti voi amici italiani!

Llevábamos unos días pensando en ello. Principalmente por pereza y también por timidez descartamos la idea. Pensamos que nos llevaría tiempo y que a vosotros no os interesaría. Sin embargo, todos parecéis interesados de cómo nos va por aquí, de nuestras impresiones y de nuestras vivencias... Además, ayer andando por la ciudad pensé que en ocasiones la mejor manera para reflexionar es escribir. Una particular de conexión de lo intangible del pensamiento con lo tangible de la escritura. Así que por ello y porque nos apetece, nos lanzamos a escribir este blog.

Puede que muchas de nuestras impresiones y reflexiones, estén basadas más en el desconocimiento que en la realidad. La ignorancia nos hace valientes. Es fácil llegar a un nuevo país y a una nueva sociedad, y juzgar las cosas desde fuera, desconociendo muchas de las razones y las circunstancias que las hacen. Así que, amigos argentinos, perdonádnos en todo aquello que nos equivoquemos. No queremos ser polémicos.

Además, sabéis que estamos en un momento especial. Como recién casado la experiencia del viaje se mezclará con la experiencia personal, mezclandólo todo un poco.

Y empezamos desde el inicio. Desde el AR1135, el vuelo de Aerolíneas Argentinas que nos ha traído a Buenos Aires. 10/10 del 07. Billete solo de ida. Puntualidad total y servicio impecable. ¿Os animáis?