viernes, 18 de abril de 2008

Niebla negra

Hace unos días llegó el otoño a Buenos Aires. De repente la gente sacó abrigos, gorros y sombreros, y dejó por unos días las camisetas de verano. Con el otoño se llegó la niebla. Pero para nada romántica. Se trata de una niebla negra, resultado de la quema incontrolada de pastizales al norte de la ciudad, en el delta del Paraná, antesala del Río de la Plata.

Y extrañas mezclas de olor y del color han acompañado a un extraño fenómeno político-químico-ambiental-agrícola-social. En lo químico ambiental, las puestas de sol en estos días han sido de lo más inédito, donde el gris, el negro, el azul, y el rojo del anochecer se han mezclado generando extrañas formas y composiciones. Por la noche, caminar por la ciudad te hacía sentir como caminar en medio de una película en blanco y negro. Efectivamente, todo parecía blanco y negro. Por ejemplo, los contornos de los edificios más altos de la ciudad se confundían con el cielo y el humo negro y solo las luces ayudaban a ver qué efectivamente estaban allí. Estuvimos el miércoles en el cine (vimos Caramel, que os la recomiendo) y dentro del cine olía a humo y se veía todo con una niebla negra. El olor del humo ha impregnado todo. Hasta los edificios por dentro. Ante la imposibilidad de dar muestras del olor, aquí tenéis unas fotos enviadas por los lectores del diario la Nación. FOTOS

Pero como con otras tantas cosas que suceden en esta ciudad, la dimensión social y política es la que me deja más sorprendido. La presidenta del gobierno, en plena crisis con el campo y con muchas dificultades para conseguir resultados positivos en las negociaciones, ha sido capaz de culpar a los "productores agrícolas" por lo sucedido. Y si efectivamente se ha producido por una quema incontrolada de pastizal para la producción agrícola, quiénes lo han hecho representan sólo una parte mínima de los agricultores y no todos. Un ejemplo más de la antagonización social, económica y política de la Argentina.

Tristemente el humo no solo afecta a la vida como ciudadanos (aeropuerto cerrado para el aterrizaje, algunas líneas de metro tampoco funcionan, extraños colores y olores, ojos enrojecidos, sequedad de garganta). Varios accidentes se produjeron por escasa visibilidad y leí que tres personas murieron. Y el gobierno indirectamente culpó al campo (el todo del campo) como responsable de estas muertes.

Probablemente fruto de ignorancia me surjen muchas preguntas. ¿Por qué al inicio la prensa pareció no prestar mucha atención al asunto? A pesar de que el humo llegó a principios de la semana, no ha sido hasta ayer por la noche cuando la prensa realmente lo ha convertido en un tema clave. ¿Por qué el incendio está durando tanto y no se sofocó antes? La zona de quema es pastizal, es decir básicamente llana, relativamente accessible y está junto a uno de los ríos más caudalosos del mundo. No ha sido un incendio en montañas y con fuertes vientos, sino que creo que fueron los mismos propietarios de las tierras quienes no lo hicieron y deberían haber sido relativamente controlado. ¿Por qué no se cortaron las carreteras antes de qué se produjeran los accidentes? ¿Por qué no se le presta mucha atención como fenómeno ambiental y sí como político? Un diario (Crítica) llegó a decir que era mucho peor que Botnia, la papelera uruguaya en la frontera tan polémica por los supuestos daños ecológicos. Y sobre todo, ¿por qué un desastre de este tipo se mezcla con cuestiones políticas bastantes lejanas y apenas se habla de las soluciones para evitar que esto vuelva a suceder y coordinar las respuestas de emergencia? Como suele a menudo suceder en política los responsables, las causas y las soluciones, las verdaderas dimensiones del problema, quedan detrás de una cortina de humo que confunde, y mucho, al ciudadano.

No hay comentarios: