lunes, 5 de noviembre de 2007

Elecciones en Puerto Madryn


Vivimos nuestras particulares elecciones argentinas en Puerto Madryn, una ciudad patagónica que fundaron los galeses hace poco más de un siglo. Es una ciudad de unos 80.000 habitantes. Apenas tiene historia, parece estar lejos de todo, aislada, y recuerda a primera vista (al menos a nosotros) más a una ciudad del mid-west estadounidense que la patagonia argentina. Eso sí, con un mar espectacular y unas puestas de sol increíbles. Tan increíble como su gente. Es la entrada a Península Valdés y donde parten muchas visitas a la zona.

El clima era todo menos agitado el día antes de las elecciones. Pocos carteles políticos, por la calle apenas había comentarios sobre las elecciones. Entramos al Carrefour a hacer la compra. Una ciudad aislada, lejana, tranquila, en la otra punta del mundo y un Carrefour en el centro de la ciudad, con el mismo logotipo y el mismo nombre que los que nos podemos encontrar en tantos otros países. Lo único que lo diferenciaba de otros Carrefour es que, siendo solo las 7 de la tarde, todas las bebidas alcohólicas estaban cubiertas por un plástico negro.“Aquí ha llegado la ley seca”, pensamos. No sé si habéis leído “En Patagonia” de Chatwin, precisamente ahí se habla del alcoholismo en Patagonia y pensamos que se debía a alguna regulación para controlar el consumo de alcohol en la zona, similares a las que prohíben comprar en Madrid alcohol a partir de las 10 de la noche.

Al día siguiente, de camino a Península Valdés, el conductor del bus nos informa que va a salir una hora tarde y es que en Argentina todos los ciudadanos están obligados a votar. Salimos ya de camino y pasamos por un lugar con una fila de personas enorme.”La gente tiene ganas de votar”, pensamos. El guía nos explica que no es el colegio electoral, sino que son personas haciendo las “disculpas”, justificando que no han podido ir a votar.

Tarde siguiente: se cierran los colegios. Nada de emoción en el ambiente. ¿Será por el frío o el viento que no deja de soplar? Vamos a cenar, la gente tranquila, y lo único que llama la atención de los comensales es un coche que pasa por la calle con un perro en el capó. No se escucha ningún comentario sobre las elecciones. Ninguna celebración.

Cenamos y nos cuentan que los plásticos en el Carrefour se deben a la prohibición a beber alcohol desde las 6 de la tarde del día anterior a las elecciones. Para evitar que la gente vote embriagada. Llegamos a dormir. 11 de la noche. El recuento aún no ha acabado parece evidente: Cristina Kirchnner nueva presidenta. Apenas ha acabado su discurso todos los medios de comunicación empiezan a cerrar. Ni un ruido, ni una celebración. El viento sigue soplando como si nada hubiese pasado y nada fuese a cambiar.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy disfrutando mucho con la lectura del blog. Felicitaciones chicos! Son muy agudos observadores y es muy interesante la mirada que tienen de mi Argentina. Bellisimo Madryn! Gracias por mostrarlo.
Un abrazo, che...jaja.
Silvia.

Rocío dijo...

Cuando he visto esa puesta de sol, se me han puesto los pelos de punta! sóis muy MUY AFORTUNADOS de haber visto algo así en vivo y en directo, como las ballenas!

Qué interesante lo que cuentas sobre lo de las elecciones...qué curiosa la diferencia de costumbres. Raro que no se celebrara nada...y eso que creo que los Kirchner son de allí verdad?

Lo del Carrefour es la globalización, está claro. Hasta en China están, no te digo más!

Estoy disfrutando mucho con la lectura de vuestro blog. En cuanto tengo un minuto, os leo, porque me parece que está muy bien escrito. Es un lujo que compartáis vuestra experiencia de ojo europeo con nosotros...

Seguid cuidándoos mucho ok?

BESOS

iria dijo...

chicos, es una pena teneros tan lejos, pero me encanta este blog, gracias a él es como vivir vuestra experiencia sudamericana!! Gracias por contar con nosotros!!!
Un beso inmenso,
Iria